sábado, 11 de abril de 2020

VIVIR LA PASCUA DE RESURRECCION EN TIEMPOS CONVULSOS.



Este año vamos a celebrar la Pascua en nuestras casas, confinados para luchar contra esta pandemia que está asolando nuestro mundo. Un gran porcentaje de víctimas son nuestros mayores, los que nos precedieron y lucharon por nosotros, dejándonos el mejor mundo posible. Esta referencia a la crisis sanitaria, es casi obligatoria para esta reflexión personal por ser la actualidad que marca nuestra agenda diaria.
Celebramos la Pascua, el paso del Señor y en nuestras celebraciones, leemos y escuchamos muchos textos, sobre la historia de la salvación, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo.  El Señor pasa por Egipto para liberar al pueblo de Dioslo acompaña a través del desierto y su presencia lo reconforta en las tribulaciones, también en las alegrías. El pueblo elegido, da gracias a su Dios cuándo las cosas van bien y le pide desconsoladamente ayuda cuándo la enfermedad, el hambre y el miedo aprietan. Muchas veces reniegan de Él, buscan falsos ídolos para adormecer sus temores y ser felices, cuando la felicidad auténtica reside en la confianza, en el Amor de Dios.
Esto mismo puede sucedernos a nosotros, por eso, esta Pascua 2020 que marca el final de la Semana Santa y que proclama el mensaje de siempre en su contenido,  los creyentes debemos hacer una reflexión quizás más profunda, porque partimos de  una situación especial, muy dura y que nos ha dejado sin respuesta, atónitos, desconcertados y con un gran temor que entumece nuestra acción, nuestra vida. Nuestras seguridades, dan paso a la inseguridad, al miedo, a la indefensión.  La fragilidad humana se manifiesta en toda su desnudez.
Los cristianos debemos pues, creer como Moisés en el Señor; este es nuestro paso del Mar Rojo, la incertidumbre debe dar paso a la confianza, la muerte a la Resurrección. Debemos creer firmemente que el Señor no nos abandona. La prueba por la que pasa la humanidad, en estos momentos, no es la primera. No podemos abandonarnos al desánimo, Dios está con nosotros, sus pasos nos preceden, solo debemos confiar en El y ver más allá de nuestra narices. Cantamos DIOS ESTA AQUÍ, en el que sufre, en el aire que respiramos, en el sol que nace cada día y, ¿de verdad nos lo creemos?.  La vida no termina en lo visible, Dios nos prometió un mundo mejor, una vida nueva, debemos y tenemos que confiar en su palabra. Este es el momento, JESÚS muere en la Cruz por ser fiel a su misión, con miedo y sentimiento de abandono por momentos, pero al final, entrega al Padre su Espíritu, se acoge a su voluntad.
PASCUA ES ALEGRÍA, paso de la muerte a la vida. Como creyentes, fieles al Señor, debemos transmitir nuestra confianza y  alegría por la Fe recibida a toda la humanidad. Dentro de la tristeza por los acontecimientos que estamos viviendo, existen signos de madurez, de solidaridad, de entrega y sacrificio. Muchas personas vencen el miedo al contagio con entrega a sus hermanos más necesitados.
                              
                     
!!!   ANIMO Y FELIZ PASCUA DE RESURRECCION !!!

Manuel Mirás
Voluntario de Cáritas Parroquial de Riveira

1 comentario:

  1. Yo,me quedo con la Esperanza, la Alegría...de la Resurrección de Cristo y nuestra nueva oportunidad para comenzar un camino nuevo...🙏😘

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